El torneado, el fresado y el rectificado desempeñan funciones cruciales en la fabricación de moldes. Cada una de estas herramientas de mecanizado posee funcionalidades y características únicas, que normalmente se emplean en diferentes etapas del proceso de fabricación del molde.
El torno, a menudo utilizado en las etapas iniciales de la fabricación de moldes, es particularmente adecuado para componentes internos y de mayor diámetro de moldes. Con su capacidad de corte rotacional de alta precisión, el torno puede fabricar formas y estructuras básicas de moldes de manera efectiva.
La fresadora, por otro lado, es responsable de procesar aún más los contornos y los detalles de la superficie de los moldes durante el proceso de fabricación. Al cortar en varios ángulos y direcciones, la fresadora puede producir una amplia gama de formas y estructuras complejas necesarias para los moldes.
Finalmente, la amoladora se utiliza para el mecanizado de precisión de superficies de moldes, asegurando que sus dimensiones y calidad de superficie alcancen altos niveles de precisión. La capacidad de mecanizado de alta precisión de la amoladora permite que las superficies del molde alcancen la suavidad y planitud deseadas.
Al combinar el uso de torno, fresadora y amoladora, se pueden realizar de manera efectiva las diversas etapas críticas de mecanizado en la fabricación de moldes, garantizando así la precisión y la calidad de los productos finales.